Capítulo 18.
Su pecho se oprimía, la ansiedad que sentía le provocaron unas terribles náuseas, gotas de sudor competían a un ritmo lento por caer de su frente y llegar hasta su mentón.
La desesperación le agobiaba, Jimin sentado en la cama de su habitación se encontraba intentando regular su agitado corazón. Pensó que salir ayudaría a disipar esta bruma que amenazaba con nublar sus sentidos.
Esto debía ser una terrible broma, sin duda alguna corroboró que alguien allá arriba disfrutaba con verlo sufrir.
—¿Jimin? ¿Te encuentras bien querido? —Jin preguntaba con la boca manchada de pastel de chocolate.
—Eso creo, bueno, no sé qué sucede, sentía algo pesado el pecho hace rato, pero ahora empeoró, estoy bien, es solo que... olvidado Jin.
—Algo te preocupa, ¿cierto?
—Sí, ¿sabes algo de Jungkook o los demás?
—Por la tarde llamó preguntando por cómo te encontrabas, se me hizo extraño porque fue justo después de cuando dijiste ir a tomar un descanso, tengo muchas cosas en la cabeza, Jimin —comentó preocupado—. Dime la verdad, ¿estás bien?
—Lo siento Jin es que esa pintura fue tan extraña que me hizo, bueno... Mejor olvídalo son tonterías mías —le resta importancia.
—¿Seguro? Porque si te molestan, voy y las quito, ya he terminado de colgarlos y se ven muy lindos, pero si no te encuentras cómodo yo podría...
—No, no te preocupes, es solo que todo es tan raro que no sé cómo explicarlo, hay algo dentro de mí que... no sé Jin, supongo que me estoy volviendo loco, quiero ver la otra —pide intentando calmarse.
—No lo sé, quizá solo estés estresado por todo lo que está sucediendo —Jin dedujo.
—Vamos al jardín, necesito aire, creo que me falta aire, eso es todo Jin y parece que la noche es linda.
Jin juntó sus manos y ambos caminaron pasando por el gran pasillo donde las pinturas de Jungkook estaban colgadas. Jimin suspiró profundo, de nuevo, esa fea opresión.
El ojiverde volteó a todos lados —Jungkook... —susurra y suspira llevando su mano al pecho. Dolía mucho.
Jimin se sentía muy mareado, el aire a su alrededor era denso, abrió la boca intentando aspirar bocanadas más grandes y quitar esa punzada que nacía dentro de él, todo se nubló, sus ojos se cerraron lentamente hasta perder el total control de su cuerpo y caer directo al piso.
Jin se detuvo al sentir que su amigo dejó de caminar, sus manos se tornaron frías y sudorosas, su agarre se aflojó y no pudo hacer mayor cosa cuando Jimin cayó desmayado.
—¡Jimin! —el omega se dejó caer al piso preocupado—. ¡Jimin por Saturno! —lo movió desesperado—. ¿Me escuchas?, ¿qué sucede amigo?
Jin marcó rápidamente al celular de Yongsun, al número especial para comunicarse con los agentes, pero no respondió, su lazo le hizo sentir miedo, esa sensación no le pertenecía. Era de su alfa ese temor. Siguió intentando llamar, pero nadie respondía, la ansiedad le estaba ganando, intentó con Jungkook y Yoongi, ninguno atendió.
—¡MALDITA SEA! Para qué tienen esa mierda, si no van a responder —grita entre llanto, para luego marcar a emergencias y pedir ayuda. El pobre omega temblaba y sollozaba.
Salió rápidamente gritando desde la puerta principal en busca de alguno de los alfas que estaban afuera para que le auxiliaran, los agentes que custodiaban se alarmaron al verlo, pues sabían que tenían prohibido salir de casa.
—Rápido necesito ayuda, Jimin se ha desmayado, corran imbéciles, ¿por qué me ven así? —demanda aplaudiendo.
La preocupación de Jin aumentó aún más cuando los alfas no dieron respuesta, solamente le vieron con rostro afligido y apartaron la mirada de él.
—Vamos por Jimin, hay que llevarlo al hospital —ordena guiándolos adentro de la casa—. De camino me dicen qué diablos sucede.
Uno de los alfas cargó a Jimin en brazos siendo supervisado por el omega, lo llevaron al auto y tomaron camino para el hospital.
En el trayecto, Jin llamó a Daebin pidiéndole si podría ir al consultorio y revisar a Jimin.
Jimin tenía pequeños espasmos que sacudían su cuerpo, su ropa se sentía empapada a causa del sudor. No dejaba de balbucear cosas que no se entendían; sin embargo, Jin le vio extrañado. Entre sus murmullos no dejaba de repetir: "Jungkook, alfa"
El auto arrancó, el alfa conducía lo más rápido posible para llegar a donde el omega le gritaba.
—Acelera, maldición. Por favor, ve más rápido —Jin lloraba al ver a Jimin empeorar. Además, su alfa seguía sin responder, tampoco sabía algo de Jungkook o Yoongi.
Al llegar, unos enfermeros ya los esperaban en la entrada.
Jin era un gran manojo de nervios, durante todo el camino intentó despertar a Jimin, pero le fue imposible lograrlo.
—Ayúdenlo por favor... —lloró rogando a los doctores que salieron a recibirlos, ajustaron la camilla donde colocaron el cuerpo de Jimin, empujaron para llevarlo a la sala de emergencias, todos murmuraban lo que podría estar pasando con su amigo.
Daebin llegó junto a ellos, empezando a tomar el pulso de la muñeca de Jimin.
—¿Qué sucedió Jin? —pregunta con rastros de preocupación.
—No lo sé, por la tarde se sintió mal, se recostó luego y se levantó, dijo que necesitaba aire y de la nada se desplomó, Daebin ayúdalo, por favor te lo ruego —suplicó con sus mejillas rojas intentando contener el llanto.
—Haremos todo lo posible, no te preocupes.
La omega dio una pequeña sonrisa intentando de consolar la preocupación de Jin. El omega tomó su celular intentando llamar a Yongsun y a Jungkook nuevamente.
Caminó por el pasillo con ambiente frío para tomar asiento en la sala de espera, estaba muy preocupado por Jimin y por los alfas que no respondían a los llamados de los agentes ni a los de él.
Se ajustó su saco y fue por un café, pero se detuvo al ver el alboroto que había en la entrada, notó las luces de las patrullas, se dirigió a ellos cuando vio a su alfa entrar con rastros de llanto en su rostro. Maldijo en su interior y su omega se estremeció al ver el estado en que estaba su alfa.
Corrió hacia ella, tirándose en sus brazos.
—Yongsun, amor, ¿qué sucede? ¿Por qué estás aquí? ¿Dónde están los demás?
—Omega... —Yongsun lloró desplomándose en sus brazos, atrayéndolo para sentir su olor y poder calmarse, una fila de omegas eran guiados adentro por el personal.
—Tranquila, querida, cálmate cielo —la confortó—. Respira, amor, aquí estoy mi alfa bella, solamente respira —decía dejando salir su aroma para tranquilizarla.
Luego de unos minutos llenos de mimos, Yongsun habló: —Es Jungkook, salió herido del rescate, encontramos al amigo de Jimin, Hoseok, pero él y Yoongi están siendo revisados porque les dispararon, pero a mi hermano le dispararon muchas veces, lo apuñalaron, hubo una explosión y...
—¡Por la luna! —Jin se abrazó a ella, fuerte. Yongsun suspiró y lo tomó en sus brazos.
—Jin, ¿qué haces tú aquí? ¿Estás bien? ¿Te ha sucedido algo? —preguntó aumentando su preocupación.
—Yo estoy bien, no te preocupes, fue Jimin que se desplomó de la nada —le contó todo qué pasó mientras se dirigían a las sillas. Yongsun igual le relató todo lo que sucedió en el rescate.
—Tengo miedo alfa. Jimin no se veía nada bien, no sé qué le que pasó, hasta el hambre se me espantó del susto, ¿cómo está el amigo de ricitos?
—Bien, amor, ellos están bien, deben realizarles una pequeña operación para extraer las balas que recibieron. Yo no sé exactamente cómo sucedió todo, solo escuché todos los disparos, porque estábamos peleando junto al oficial Graham, unos omegas salieron de una habitación, unos alfas me empujaron fuera para golpearme. Luego vi a Jungkook siento aventado por los aires a causa de la explosión cuando iba de camino para seguir ayudándolos. Todo fue tan rápido, yo no llegué a tiempo, Jungkook salvó a Yoongi y al omega.
—¿Qué mierda? —Jin se abrazó a Yongsun—. Tranquila amor, todo está bien, ¿tú estás herida? —preguntaba revisando su rostro y dando besos en sus mejillas.
—Estoy bien amor —ella besó sus manos para calmarlo, suspiró—. El oficial perdió la vida al intentar sacar a Yoongi y a Hoseok, era un buen alfa. Él era realmente bueno —sollozó.
—Lo siento tanto amor.
El omega intentó calmarse y procesar todo lo que sucedía, estaba por responder cuando Daebin se acercaba junto con otros especialistas.
—Jin, Yongsun debemos hablar, pero necesito que estén lo más tranquilos posible, son muchas noticias en un día y necesito que estén calmados.
—Habla ya Daebin que me pones los nervios de punta mujer —dijo Jin exasperado.
—Tranquilo Jin, bien... Jimin se encuentra en revisión, su estado es un poco delicado. Ha caído en un letargo profundo, hace tiempo les expliqué que esto podría pasar, se encuentra en un tipo de coma y no se sabe exactamente cuando pueda despertar, entre más tiempo dure en esas condiciones, más peligroso será su estado de salud.
—No me digas eso, pero yo no... ¿eso es por una carga emocional fuerte? Pero... Hoy solo colgábamos unos cuadros y desde ahí no se sintió bien hasta hace rato que de la nada se desmayó.
—Necesitamos al alfa del que me hablaste, él podría ayudar mucho.
—Él está aquí, recién entró, sin embargo, está herido, es el oficial Jeon.
—Esperen un momento... —Daebin salió dejándolos con la ansiedad al desborde.
La omega regresó a pedir información, luego de un rato venía con una tabla de información en manos y un doctor le acompañaba.
—Muchachos, él es el doctor que atendió a Jungkook y los otros heridos.
La pareja saludó cortésmente y con las ansias a flor de piel por saber el estado de todos.
—El teniente Min se encuentran bien al igual que Jung, ambos con heridas de impactos de bala, además de unos golpes por la explosión, pero se recuperarán. Ahora se encuentran en observación y con respecto al general Jeon está en operación, recibió varios impactos, además de las quemaduras de la explosión, una hemorragia interna a causa de las puñaladas y al caer cristales se incrustaron en su piel, pronto recibirán noticias sobre su estado.
Yongsun se sentó arrastrando su vestido pintado con sangre con el rostro afligido.
—Esos malditos hijos de puta pagarán con sangre lo que han ocasionado —ella espeta con enojo.
—Yongsun ese vocabulario amor —Jin le habla con cariño abrazándose a su alfa.
—Lo siento, es solo que todo esto, es demasiado —exclama la alfa llevando sus manos a su rostro.
Los doctores se retiraron y les cedieron un espacio a solas, eran muchas noticias para un solo día.
—Ya alfa cálmate, todo saldrá bien, los chicos estarán bien amor, ellos son muy fuertes —el omega intentaba consolar a su aturdida alfa y ella solo buscó su cuello para descansar y tranquilizarse con su olor.
—Jin, tu olor es extraño, amor —después de unos instantes, Yongsun dijo cerca de su oído.
—Lo sé alfa, todo ha sido muy estresante últimamente.
—Tengo miedo Jin —su alfa se lamentaba.
Y ¡oh cielos, Yongsun le dijo Jin! No amor, ni cariño, cielo o mi vida, definitivamente algo andaba mal.
—Yo también tengo miedo —guardó silencio unos segundos—. ¿No te parece extraño que Jimin se desmayara en el preciso momento en que Jungkook resultó herido? —pensó unos segundos, Yongsun frunció el ceño, estaba a punto de hablar, pero Jin interrumpe—. Oye tengo hambre, quiero pastel de chocolate.
Yongsun se incorporó de inmediato viendo de forma extraña a Jin.
—No me juzgues, tengo hambre y no comí nada de nada.
—No te preocupes amor, vamos a buscar algo para que comas.
—Quiero algo dulce —su alfa levantó la ceja—. ¿Qué? Es solo que el desmayo, el ataque, la llamada de Jimin a Jungkook porque se sentía extraño me dejaron hambriento —el omega explica, el rostro de su alfa era de intentar procesar toda la información.
Yongsun chasquea los dedos como si algo se alumbrara en su cabeza —Así que todo sucedió al mismo tiempo, ambos cayeron por el otro... ¡Por la luna! Eso es cosas de destinados, Jungkook y Jimin son destinados, ¿será posible forjar un lazo como ese? —ella se deja caer en una de las sillas.
—Pero qué idiotas hemos sido, claro que es posible, todo es posible en esta vida. Quizás es por eso que nosotros también sentimos esa conexión —el omega la interrumpió meditando en todo lo sucedido.
—Está más que claro, ellos son destinados Jin, todo lo que Jungkook me contó, la forma en que su alfa lo reclamó como omega, las veces en que se sentía mal y todo coincidía con el estado de ánimo de Jimin, el ataque... —divagó unos segundos—. Tengo que ir con los doctores.
—Sí, pero antes quiero mi pastel, ¿escuchas eso? Es mi estómago peleando conmigo porque no me alimentas alfa.
Ambos se dirigieron a la cafetería, compraron todo lo que Jin quiso y fueron en busca de Daebin.
Jin comía mientras caminaba por los pasillos siguiendo a Yongsun.
Al encontrarlos le contaron todo a los médicos, estos se vieron algo sorprendidos, así que decidieron que luego de la operación de Jungkook los pondrían a ambos en la misma habitación.
—Por lo menos es algo bueno —Jin habló con la boca llena de pastel, Daebin se acercó al notar como este se volvía pálido.
La omega caminaba hacia él y antes de pronunciar algo, el omega vomitó todo lo ingerido hace unos instantes.
—Amor, ¿qué sucede? ¿Estás bien? —Yongsun acarició su espalda.
—Alfa, yo vomité —lloró—. Vomité mi pastel, cómprame otro.
—Jin, Yongsun, creo que deberíamos ir a alguna habitación, debemos chequear a Jin —Daebin se entrometió en la situación.
—De seguro Jimin tenía razón, esa lombriz si tenía algún bichito que me dañó.
—¿De qué hablas omega? —Yongsun besa su frente.
—Nada amor olvídalo, mira este lugar, ¡le falta vida! Les diré a los encargados que pongan unas plantitas, ellas te transmiten paz y podrías regarlas y distraerte de cualquier tipo de situación en que te encuentres mientras estás en la sala de espera, ¿no crees? —sonríe nerviosamente, de seguro necesitaría medicinas las cuales odiaba para poder curarse. Ahora no quería ser una preocupación y carga para su alfa.
Yongsun fue por más pastel luego de la gran instancia de su omega, Daebin tomó una muestra de su sangre y la llevó al laboratorio.
—Tengo algunas sospechas, pero esperaremos los resultados.
Yongsun guardó el pedazo de pastel para más tarde, pues ahora su omega se encontraba dormido en la cama de la habitación del hospital.
Los doctores fueron en búsqueda de Yongsun, informaban que Yoongi y Hoseok se encontraban en perfectas condiciones para recibirla. La alfa arropó y marcó con su olor a Jin antes de salir, su loba se negaba a dejarlo solo, siempre habían sido muy pegados el uno al otro, pero estos últimos días les resultaba muy difícil estar separados tanto tiempo. Salió después de darle un beso en la mejilla. Al llegar a la habitación, unos compañeros de la estación la esperaban con algo de ropa para que se cambiara.
Después de despojarse de todo y cambiarse, fue con Yoongi y Hoseok. Los encontró sentados en sus camillas, el omega estaba algo histérico en gran llanto.
—Por favor llévenme con Jimin, lo juro, él es mi amigo —ruega, parecía que sus heridas era lo que menos le importaban en estos momentos.
—Tranquilo, pronto saldremos de aquí y te llevaré con él —la mirada de Yoongi era de total preocupación por el estado del omega.
Yoongi y su alfa se encontraban encantados con Hoseok, ese lindo omega que poseía una mirada y una sonrisa tan dulce que ya nunca más tendría que poner azúcar al café de sus ojos.
Yongsun se acercó saludando a Yoongi y al delicado omega.
—Hoseok te presento a Yongsun, ella es nuestra capitán al mando, ella fue quien encontró a Jimin —Yoongi presenta.
—Hola —saluda en un tono apenas audible, empezando a derramar lágrimas, el sentimiento que se notaba era de agradecimiento, alivio y también dolor.
—Tranquilo, ya estás a salvo, permíteme decirte que todo este tiempo Jimin estuvo muy preocupado por ti, pensamos que habías escapado. Siempre hablaba de volver a encontrarte.
—Necesito verlo, necesito decirle... —se ahogaba en su propio llanto.
—Alfa... —llamó Jin entrando muy preocupado a la habitación.
—Omega, ¿qué pasa? —ella se gira para verlo.
—¿Por qué me dejaste solo? Desperté y no estabas, me asusté mucho.
—Me buscaron por Yoongi y Hoseok —ella señala con la cabeza a ambos.
Jin se separa de su alfa —¡Oh! Yoongi alfa tonto y estúpido, ¿qué sucede contigo? Me asustaste y además Jimin se puso mal y también Jungkook, los llamé muchas veces para comunicarme con ustedes y ahora creo que tengo algún parásito por querer darle amor a mis lombrices y Jimin me lo dijo, pero no le escuché...
—Tranquilo Jin, todo está bien —Yoongi confortaba en un cariñoso abrazo acompañado de una enorme sonrisa, intentando disipar el llanto del omega en sus brazos—. Lamento que te sintieras de esa manera, amigo.
—Eres un ingrato, todos ustedes... —Jin parpadea desconcertado viendo al otro omega—. ¡Oh! ¿Tú eres Hoseok? —pregunta desviando su atención al hermoso omega—. Claro que lo eres, luces exactamente como Jimin te describió, eres precioso y estás aquí a salvo —Jin se abalanzó al omega en un abrazo, Yongsun lo sujetó antes que pudiera lastimarlo.
—Jin... —la alfa reprendió con cariño.
—Lo siento, pero siento que ya somos amigos de toda la vida y mira qué tonto soy, no tengo modales. ¡Hola, soy Jin! —saludó el omega limpiándose el rostro.
—Es un gusto Jin, tus ojos son muy lindos —el omega halaga con una pequeña sonrisa.
—¡Ay! Ya te amo, seremos los mejores amigos, algo así como los tres mosqueteros.
—Quiero ver a Jimin, por favor, llévame con él —Hoseok pide con ojos rojos por el esfuerzo de contener el llanto.
Yoongi sin sentir soltó un poco de su olor y al dejar escapar esa brisa marina para tranquilizar a ese bello omega como por arte de magia, Hoseok se calmó.
Jin y Yongsun se vieron al rostro sin decir nada.
—Lo sé, pero se desmayó y lo tienen bajo control, están esperando que Jungkook salga de la operación para llevarlo junto a él —Jin respondió subiéndose al regazo de su alfa.
—No entiendo, ¿de qué hablas?
Después de una larga explicación, ambos se encontraban consternados por la información que recibieron por parte de la pareja.
Daebin entró a la habitación con los resultados y noticias sobre el estado de Jungkook.
—La operación fue un éxito total, Jungkook se encuentra fuera de peligro, es muy fuerte, además les informo que Jimin fue llevado a la habitación del alfa de inmediato y aquí tengo los resultados de Jin.
—Necesitamos ir a verlos —Yongsun habla.
—Deben esperar unos momentos, por suerte Jungkook es un alfa puro, a lo que ayudará a su recuperación y no tardará en despertar.
—Eso es bueno, es un alivio, hay que confiar en que todo saldrá bien. ¿Daebin esto dice si tengo algún bicho? —Jin señaló el sobre con algo de temor.
—Así es, y creo que ahora deberás tener más cuidado con lo que llevas a tu boca omega.
—Está bien, pero antes de abrirlo y saber que cosas no debo comer, necesito mi pastel antes que me prohíban hasta respirar —dramatiza en broma.
Yongsun salió en busca del pedazo que guardó, Daebin no borraba esa tonta sonrisa de su rostro mientras revisaba la herida de Hoseok quien era inspeccionado con detalle por Yoongi.
—Parece que la familia crecerá —dijo el castaño sin pensar al ver cómo ese par se veían de esa forma tan tierna.
—No tienes idea Jin... —responde Daebin.
Yongsun llegó con el pastel y una enfermera tras de ella con alimentos para Yoongi y Hoseok.
Jin empezó a devorar su pastel mientras Yongsun abría el sobre de los resultados. Daebin aún no borraba la enorme sonrisa.
Yongsun levantó la vista del papel con lágrimas en los ojos, todos la veían intrigados.
—¿Voy a morir, no? Esa lombriz envió un ejército de bichos y ahora crecen dentro de mí para devorarme, y yo ya no podré comer más pastel de chocolate, ni ningún postre de esos deliciosos que Jimin prepara, porque déjenme decirles que esto está delicioso —señaló las sobras del recipiente en manos—, pero no se compara con el sabor de lo que mi amigo crea.
—Omega, efectivamente tienes un bichito —Yongsun lo observaba con cariño.
—Alfa, yo lo siento tanto, no quería enfermar, prometo tener más cuidado, ya no besaré a los insectos del jardín aunque estén pequeñitos y solos y no tengan quien les dé cariño, por favor no te enojes alfa —lloró.
—Amor, escúchame —Yongsun tomó sus hombros viendo directo a sus ojos—. Tienes el bichito más hermoso que podrá existir, porque es algo que tú y yo hemos creado Jin —el omega enmudeció al comprender las palabras de su alfa.
Jin vomitó de nuevo, la enfermera corrió a socorrerlo mientras Yongsun reía enternecida ayudando en todo. Yoongi y Hoseok estaban juntos sobre la cama, uno al lado del otro.
—Yongsun a tu bichito no le gusta el pastel de chocolate y yo lo amo, no me dejará comer pastel —dijo con los brazos al aire y a punto de llorar—. Tienes que corregir a esta cosa —se emocionó llevando sus manos sobre su vientre.
—Seremos padres, amor.
—Estamos embichados alfa —lloró en los brazos de Yongsun.
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